Matisse

Gustav Klimt, 1862-1918

Tamara de Lempicka (1898-1980) - Déesse de l'ère automobile

Description de l'Egypte - Publiée par les ordres de Napoléon Bonaparte

Michel-Ange 1475-1564 - Génie universel de la Renaissance - Occasion

Dali : l'oeuvre peint Coffret 2 volumes - Tome 1 : 1904-1946. Tome 2 : 1946-1989.

Aubrey Beardsley

Né en Italie, Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni (1475-1564) fut un homme de la Renaissance à la fois tourmenté, prodigieusement doué et craignant Dieu. Ses nombreuses prouesses en peinture, sculpture, architecture, poésie et mécanique unissent corps, esprit et inspiration divine dans des chefs-d'oeuvre visionnaires qui ont bouleversé à jamais l'histoire de l'art. Giorgio Vasari, biographe renommé, le considérait comme l'apothéose de la Renaissance. Ses contemporains le surnommaient simplement «Il Divino» («Le Divin»).

Introduction essentielle à Michel-Ange, cet ouvrage aborde tous ses immenses chefs-d'oeuvre sans oublier ses autres créations. À travers de nombreuses illustrations vivantes et des textes accessibles, on découvre l'extraordinaire habilité de l'artiste à la figuration et sa célèbre «terribilità», style grandiloquent et monumental à travers lequel les drames humains et bibliques sont représentés avec ferveur et démesure. Au fil des lieux de pouvoir de la Renaissance italienne sont rappelées ses plus grandes commandes artistiques, ainsi que sa capacité phénoménale à imaginer des compositions, qu'il s'agisse de la fameuse bibliothèque des Médicis à Florence ou de la sublime voûte de la chapelle Sixtine (1508-1512), d'une superficie de 500 mètres carré.

De l'imposant David à la douloureuse mais fervente Pietà, en passant par la scène expressive du Jugement dernier de la chapelle Sixtine, ce livre de référence offre une présentation claire et synthétique d'un véritable génie de la Renaissance et de l'une des oeuvres les plus célèbres du monde.

Michel-Ange

A la edad de seis anos, Salvador Dali (1904-1989) queria ser cocinera (!) y a los sicte queria ser Napoleon. "Desde entonces, mi vanidad no ha dejado de crecer, lo mismo que mi delirio de grandeza: yo lo unico que quiero es ser Salvador Dali y nada mas" Durante toda su vida, Dali se esforzo por convertirse en Dali, es decir, en un "genio", en uno de los artistas mas importantes del sigIo XX, junto a Picasso y Matisse. El mismo lo expreso con las sigulentes palabras: "Oh, Salvador, ahora lo sabes, jugando a ser un genio se llega a serlo!"
Esta es la primera monografia dedicada a la obra pictorica de Dali que retine todas sus pinturas conocidas. Sin embargo, no se trata de un mero catalogo en sentido clasico. Aqui, sus obras han sido reproducidas en un contexto coherente y van acompanadas de numerosos documemtos de diferentes imbitos: desde dibujos y escritos que complementan las obras de Dali, hasta sus variadas contribuciones a otras formas del arte como por ejemplo el ballet, el cine, la moda, los objetos artisticos y la publicidad. Sin esas "Muletas" -un motivo harto frecuente en la creacion de Dali- la obra pictorica no hubiera sido sino una sucesion ordenada de cuadros. En la primera parte descubrimos al Dali de las obras tempranas, al joven artista principiante aun desconocido, pero de una asombrosa destreza. El creador hace luegos malabares con el impresionismo, el puntillismo, el cubismo, el fauvismo, el purismo y el futurismo, es decir, con todos los "ismos" predominantes en las tendencias de moda y que él domina magistralmente. Dali se divierte con ellos, para abandonarlos después.
La segundo ponte de "Salvador Dali. La obra pictorica" nos da la sintesis de sus investigaciones de toda la vida, una gigantesca herencia artistica en cuadros extraordinarios, como La pesca del atun o Torero alucinogeno. Aqui pueden descubrirse también las obras hasta ahora no reproducidas de su época tardia, homenajes a Velazquez o Miguel Angel surgidos de la misma intencion que motivaba al otro genio espanol, Picasso, quien se dedicaba a los grandes maestros del pasado, tal vez con la intencion de arrancarles sus secretos. Dali queria ser inmortal como sus célebres predecesores, y proponiéndose llegar a ser un Velazquez en plena mitad del siglo XX... Ilego a ser un Dali!

Matisse

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