Es necesario recordar que el ¿ Qué hacer ? nació entre los fogonazos de una batalla decisiva para el proletariado internacional. El ¿ Qué hacer ? fue el arma esencial para derrotar al revisionismo, que también en su forma rusa negaba el carácter científico del análisis marxista, es decir, para el proletariado la posibilidad misma de dotarse de una estrategia.
El ¿ Qué hacer ? es la preciada lente que nos permite releer desde un punto de vista leninista algunos capítulos de la historia de nuestra clase.
Entre 1884 y 1889 se refuerza la teoría marxista, pero los marxistas representan una corriente del pensamiento de vanguardia con poquísimos seguidores. Entre 1894 y 1898 el movimiento obrero revela su despertar político en la lucha en las huelgas. 1898-1902 es un período de dispersión, de eclecticismo político y organizativo, es la fase artesanal de la lucha política realizada por la vanguardia del proletariado ruso. El ¿ Qué hacer ? aparece como la guía teórica para superar esta fase.
Lenin analiza a los precursores rusos del marxismo revolucionario. Estos últimos tenían el mérito de ser considerados la vanguardia mundial del movimiento revolucionario democrático. Lenin espera que el movimiento socialdemócrata naciente sea capaz de alimentarse del « mismo espíritu de decisión y la misma energía ilimitada ».
«Sin teoría revolucionaria no puede haber movimiento revolucionario». En aquel momento nace la concepción del Partido para la época imperialista. La teoría revolucionaria es la ciencia de la acción política, la estrategia. La estrategia es el resultado de un análisis científico de una determinada fase de la lucha de las clases. Con el ¿ Qué hacer ? Lenin sistematiza de manera orgánica la elaboración de Marx y Engels y proporciona a la joven clase revolucionaria los instrumentos para su emancipación. La visión del partido ya está presente en Marx y en Engels, pero Lenin ya desarrolla y la actualiza para la época imperialista.

Qué hacer? la lucha decisiva

L'impérialisme unitaire Tome 2, 1959-1980

This work includes a Leninist re-reading of one of the highest points of the struggle and the political experience of the modern revolutionary class : the October Revolution and the attempt to build the strategy-party on a world scale. Arrigo Cervetto follows Lenin's thinking – contained in a number of his articles, reproduced in the Appendix – on the importance of the movement that in the China of 1912 established the democratic republic. Going beyond the defeat of the October Revolution, Lenin's predictions on the consequences of Asia's development were to remain the corner-stone of subsequent cycles of the class struggle. It is more important than ever to turn to these texts today, when global development is dominated by the irruption of Asia onto the world scene.

Lenin and the Chinese Revolution

Los escritos de Marx recogidos bajo el título Las luchas de clases en Francia representan una obra fundamental del marxismo desde al menos tres puntos de vista.
En primer lugar, proporcionan la reconstitución sin igual de una fase revolucionaria crucial, la de 1848. Aquella «primavera de los pueblos» europea comenzó en febrero en París. En esta ciudad, durante los dos años sucesivos, se concentró una sucesión de luchas sociales y políticas de gran  interés. El análisis detallado de Marx es, aún hoy, de lo mejor que puede encontrarse sobre el tema en cuestión.
En segundo lugar, este brillante resultado se deriva de la concepción materialista de la historia. La idea de que los hechos políticos tienen en última instancia causas económicas, es utilizada aquí por primera vez para explicar «un fragmento de historia contemporánea con la ayuda de su concepción materialista, partiendo de la situación económica dada». La estadística aporta con mucho retraso las «cifras» que permiten definir con precisión una «situación económica determinada». En la aplicación del materialismo histórico al estudio de la vida social de su época, Marx está obligado en cierto modo a proceder marcha atrás: parte de la superficie evidente de los hechos políticos para descender a las causas económicas ocultas, las cuales conforman «en última instancia» la base de estos acontecimientos.
En tercer lugar, el análisis político de las relaciones sociales en una fase de luchas tan intensas y tan concentradas permite a Marx perfeccionar ciertos puntos de referencia teóricos. Expuestos aquí por primera vez, estos puntos de referencia constituyeron la base para ulteriores desarrollos de la teoría marxista. En Las luchas de clases en Franciaes donde el análisis de la reivindicación proletaria del «derecho al trabajo», recuerda Engels, desemboca por primera vez en la afirmación del objetivo del comunismo, a partir de la fórmula de la «apropiación de los medios de producción por parte de la sociedad».

Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850 ; el dieciocho Brumario de Luis Bonaparte ; la ciencia de la revolución

"Le monde multipolaire" : voilà une définition simple et efficace, riche de contenu stratégique. Il est en effet clair, désormais, que la scène internationale n'est plus occupée par un acteur unique, ni deux, ni même un petit nombre. Les puissances protagonistes se bousculent. Bon nombre sont des "parvenues", certaines sont d'ex-colonies, mais leur force démographique et économique leur permet sans conteste de prétendre au titre de puissances émergentes : la discussion autour de l'éventualité que la crise asiatique déclenche une déflation mondiale tourne autour de la tenue du yuan chinois. A supposer qu'il ait jamais existé, le partage du monde entre les Etats-Unis et l'URSS n'est plus qu'un souvenir. Cette vision multipolaire du monde d'aujourd'hui imprègne tous les articles de politique internationale qu'Arrigo Cervetto a publiés dans Lotta Communista, depuis "Bipolarisme et multipolarisme dans le monde d'après-Yalta" (janvier 1990), jusqu'au "Mythe de la classe moyenne en Asie" (février 1995), dernière contribution de l'auteur achevée quelques heures avant sa disparition soudaine. Si ces articles sont aujourd'hui présentés au lecteur de langue française, c'est que nous sommes convaincus qu'ils offrent non seulement une analyse ponctuelle des relations internationales et de leur évolution tumultueuse dans la première moitié des années quatre-vingt-dix, mais surtout un ensemble de réflexions stratégiques qui s'appuient sur l'observation de la fin du "siècle de la longue guerre" pour éclairer les tendances du nouveau millénaire. La réalité actuelle du monde multipolaire est à replacer dans une perspective historique et politique. Le multipolarisme ne peut être le résultat imprévisible d'une mutation génétique soudaine dans les rapports de puissance. Une réinterprétation du passé s'impose, tout au moins du demi-siècle qui vient de s'écouler. Combien de multipolarismes couvaient déjà sous les cendres (et la fumée idéologique) de la "guerre froide" bipolaire ? Quelle part de calcul, ou de fausseté, y avait-il dans bien des interprétations courantes des décennies passées ? L'école marxiste peut marquer un point en sa faveur dans le bilan de fin de siècle. Le multipolarisme, en effet, ne peut être défini comme une phase déterminée des rapports de puissance ; il est une caractéristique intrinsèque du système des Etats à l'époque de l'impérialisme. Le développement capitaliste inégal, nous explique Cervetto, "... se traduit par l'impossibilité d'assurer sur le long terme la stabilité de deux blocs que deux superpuissances ont congelés, par le déclin de certaines puissances et par l'ascension d'autres. Le développement inégal crée une dynamique de pluralité de puissances, qui elle-même conduit à une pluralité de pôles".

Le monde multipolaire 1990-1995

Written in the first half of 1916 and published in the spring of 1917, Imperialism, the Highest Stage of Capitalism remains, even after a century, the most organic synthesis of the characteristics of an epoch that is still continuing.
While the First World War was raging, faced with the theories of the bourgeoisie and opportunism, and linking himself back to the method of the Masters of Marxism, Lenin identified the economic and political characteristics of this historical phase, the contradictory laws of its development, and the content and forms of imperialism.
In his preface to the German and French editions of July 1920, the author stressed the dual political and strategic significance of this book.
It was inspired by the requirements of the political struggle against the pacifist ideologies and the illusory perspective of « global democracy », which prevented the revolutionary minority of the international proletariat from finding an independent perspective and from breaking with its subordination to the ruling class's ideology in all its many variations.
The other fundamental aspect that Lenin stresses while the revolutionary battle was raging is the imperialist nature of war... a war for a new « division of the world » and a redefinition of the spheres of influence among the six great powers of the time.

Imperialism, the highest stage of capitalism ; a popular outline

This book is a collection of the analyses of international relations made by Arrigo Cervetto during the first thirty years of his activity as a militant revolutionary. This great analytical work is the outcome of the political battle that Cervetto fought during those years to restore Leninism to Italy, and cannot be separated from his particular interpretation of Lenin's political legacy. For Cervetto, and for the small group of revolutionaries that gathered around him after the Second World War, this return to Lenin is the indispensable prerequisite for the formulation of a revolutionary strategy. In other words, via Leninism, these militants aspired to raise the communist movement out of the abyss the Fascist, Stalinist and Social-Democratic counterrevolution had cast it into. The title of this book picks up a concept, that of "unitary imperialism" in fact, which had been worked out starting from the internationalist debate of the early 'gos. From a political point of view, asserting the existence of "unitag imperialism" at that moment in history meant saying above all that one attributed to the USSR, as well as to all the so-called "socialist camp", the same social nature as its opposing Western "capitalist camp". Internationalism thus found a solid theoretical base, but the concept of "vmitary imperiaá}m" goes much further than its occasional use in the political struggle against Stalinism. In his effort to link up with the essence of the Leninist conception of the revolutionary party, Arrigo Cervetto finds the central core of the continuity between Marx and Lenin in the concept of socio-economic formation. Cervetto demonstrates that this scientific acquisition of Marx's is the starting point of Lenin's elaboration and goes so far as to maintain, and to prove, that the Leninist Party is the solution to the problems posed by "Capital", that "the party [is] the apotheosis of Marxist science". The great mass of the material collected in these volumes testifies to Arrigo Cervetto's commitment to his effort to put his conception of the party and the revolutionary struggle into practice.

Unitary imperialism - Volume 2, 1959-1980

En 1892-93 se realizaron en los círculos obreros de Samara algunas conferencias contra los epígonos del populismo ruso que se habían dedicado a atacar la concepción materialista de la historia. Aquellas conferencias proporcionaron el material para la redacción de ¿ Quiénes son los "Amigos del pueblo" ? en la primera mitad de 1894. En ¿ Quiénes son los "Amigos del pueblo" ? Lenin defendió el marxismo, ilustró los elementos metodológicos y científicos, y discutió con sus detractores, mostrando las contradicciones y el contenido ideológico de sus tesis. En esta batalla teórica Lenin no se contentaba con retomar y explicar las ideas fundamentales del Capital de Marx sino que, partiendo de él, restauraba los instrumentos teóricos para una concepción del partido basada en la ciencia. La lucha de Lenin contra el populismo ruso de los anos Noventa, se había unido a la lucha contra el uso edulcorado y tergiversado del marxismo por parte de intelectuales pasados a liberales. Era el denominado "marxismo legal" que atacaba asimismo al utopismo pequenoburgués populista, pero sin ir más allá de la perspectiva de una Rusia burguesa y capitalista, en cuya afirmación veía la realización de los propios ideales. Estos "marxistas legales" vulgarizaban el marxismo y ofrecían a los jóvenes un Marx deformado. Cuando en 1899 se publicaron en Alemania las tesis revisionistas de Bernstein, se reconocieron en ellas inmediatamente. Entre éstos se encontraba Piotr Struve, contra el cual Lenin en 1895 escribió el ensayo del que aquí hoy publicamos el segundo capítulo. En él Lenin denunciaba los límites de un "objetivismo" que justifica la evolución capitalista del desarrollo ruso y contraponía el análisis materialista que en este desarrollo ve los antagonismos de clase y por tanto, resulta instrumento de lucha para el proletariado.

Quienes son los "Amigos del pueblo"? - La teoria de la politica de Lenin

Recueil d'articles parus dans "Lotta comunista" entre 1981 et 1984.

La dificil cuestion de los tiempos

Este texto fue publicado hace 25 años, mientras todavía seguían resonando los ecos de la caída del Muro de Berlín y de la catastrófica implosión que, junto al imperio capitalista estatal de Moscú, había borrado las mentiras del falso socialismo. Con la acelerada reunificación alemana en el corazón del imperialismo europeo, comenzó el post-Yalta. Y la contienda mundial entre las potencias llegaba ya a la búsqueda inexplorada de un nuevo orden en las relaciones internacionales.
El colapso del imperialismo ruso es presentado en aquellos días como la «caída del comunismo». Derrotado «el imperio del mal», el capitalismo, sin más enemigos, celebraba finalmente su «triunfo», dando rienda suelta a las narraciones más apologéticas de una globalización que relativizaría los conflictos entre los Estados. Hasta pronosticar el «fin de la historia», con la llegada de una era unipolar en la que los EE.UU. se colocarían al frente de un nuevo orden internacional plasmado en la imagen de los valores occidentales y por la difusión de la democracia en el mundo.
Esa tesis nunca nos ha convencido. Al igual que nuestro análisis marxista, nunca ha aceptado las fórmulas del bipolarismo que, en los años de la denominada guerra fría, presentaban un mundo dividido solo entre EE.UU. y URSS. Luego, en las últimas dos décadas, ha llegado la cuenta del desigual desarrollo.
Con el ascenso incontenible del gigante chino, un nuevo mundo se ha añadido al mundo, elevando el nivel de la disputa a la dimensión inédita de las potencias continentales. De hecho, en la historia nunca se ha visto «nada parecido» y la nueva fase estratégica, desde hace tiempo, marca el curso de un orden mundial que ahora vacila temiblemente.

El mundo multipolar 1990-1995

Seule la science peut permettre de s'émanciper de l'emprise du temps présent, qui presque toujours induit en erreur sur la réalité d'aujourd'hui - perçue comme absolue, indépendante de toute évolution - et qui en cela prépare les désillusions de demain.
Cette émancipation, cette liberté, ne poursuit pas des buts prévisionnels abstraits, mais des objectifs pratiques. «La stratégie révolutionnaire s'appuie sur l'analyse des temps non pour dessiner l'avenir, tâche dont un mouvement réel objectif ne ressent point le besoin, mais pour fixer des échéances temporelles qui puissent servir de référence pour définir les tâches immédiates du présent, les tâches de la tactique. [...] La tactique se trouve confrontée à des situations contingentes qui, pour reprendre la définition de Lénine, sont une combinaison multiforme de processus historiques à long terme.» Plus solide est la stratégie, plus souple peut être la tactique. La «question des temps» s'inscrit par là dans la pratique, dans la lutte quotidienne : «La science c'est la liberté ; car elle n'est pas une théorie coupée de la pratique, mais la pratique guidée par la théorie.»

La difficile question des temps (2e édition)

An der Wende vom 19. zum 20. Jahrhundert, beginnt mit dem Anbruch des Jahrhunderts des Imperialismus der "heimtückischste" Angriff auf den Marxismus. Die Bernstein-Debatte kennzeichnet jene historische Phase. Es war der erste Versuch einer Revision des Marxismus mit internationalem Charakter. Cervetto schreibt, daß diese bürgerliche und kleinbürgerliche Kritik an der marxistischen Theorie "auf deutschem Boden und in einem Augenblick der Expansion der sozialistischen Bewegung den Punkt der höchsten Anhäufung und Vertiefung" erreichte. Er erklärt : "In dieser großen Werkstatt des Imperialismus, der die englische übertraf und hinter den USA an die zweite Stelle trat, wurden alle Organisationstechniken des Finanzkapitals, der Zentralisation und Konzentration des Kapitals ausprobiert und eingeführt... Ein Großteil dessen, was heute über die Politik, über die Demokratie und über die Kritik am Marxismus gesagt wird, kommt aus jener Quelle, zu der der Revisionismus einen beträchtlichen Beitrag geleistet hat. Es ist notwendig sich diesen Quellen zuzuwenden, es ist notwendig sie zu studieren, es ist notwendig sie zu kritisieren, wie es bereits Lenin und der russische revolutionäre Marxismus taten, die gerade aus dieser historischen Auseinandersetzung geimpft, gestärkt und siegreich hervorgingen und dies tun konnten, weil der Feind, dem sie gegenüberstanden, wahrhaft gewaltig war." Die Analysemethode und die Thesen aufzunehmen, mit denen der revolutionäre Marxismus jenen historischen theoretischen und politischen Sieg errungen hatte, war und ist ein unumgänglicher Schritt. Nur so kann man im Verständnis der politischen Hülle des Imperialismus vorankommen – einer Hülle, die noch heute in jenen Wurzeln viele ihrer genetischen Charakteristika findet. Ohne jenen Schritt war es unmöglich mit Lenin zur Entdeckung der imperialistischen Demokratie zu gelangen, der Demokratie als politischer Form, die die Epoche kennzeichnet, in der wir leben, und zwar als bester Hülle des imperialistischen Staates. Die Arbeit, die wir vorlegen, bietet den neuen Generationen von Marxisten die Möglichkeit sich an die harte Arbeit der Aufnahme jener Lektion zu machen. Dies ist ein unumgänglicher Schritt, um eine Vorstellung von unserer Epoche zu bekommen, die nicht der Ideologie des Imperialismus untergeordnet ist.

Die politische hulle

Selon l'heureuse expression de Lénine, les «trois sources» de la pensée dont la synthèse fut à l'origine du marxisme sont «la philosophie allemande, l'économie politique anglaise et le socialisme français». C'est un concept que l'on retrouve dans l'élaboration d'Engels depuis 1843. En Angleterre, aussi bien qu'en France et en Allemagne, affirme-t-il, on est parvenu à la conclusion de la nécessité du communisme, mais les Anglais y sont parvenus «pratiquement», les Français «politiquement» et les Allemands «philosophiquement». Les «trois sources et les trois parties intégrantes» du marxisme sont avant tout le patrimoine théorique accumulé en Europe par la pensée politique, économique et philosophique de la bourgeoisie révolutionnaire. En 1989, la fin des équilibres sanctionnés par le partage de Yalta ressort d'une fracture dont la portée ne peut être évaluée que dans les siècles. La désagrégation russe et la réunification allemande ont relâché les forces qui provoqueront l'accélération du processus européen ; mais l'irruption de l'Asie dans le cycle capitaliste mondial, avec sa dialectique de développement et de crise, constitue le changement structurel historique qui a déclenché cette même dynamique. Les tâches stratégiques et politiques qui s'imposent sont telles qu'elles exigent un retour aux sources de la méthode marxiste. Une tâche théorique qui, de par sa nature, est aussi une reconnaissance des fondements de la pensée bourgeoise en Europe, d'où ressort dialectiquement la contradiction de la science révolutionnaire. C'est la réflexion qu'Arrigo Cervetto développe dans les éditoriaux publiés dans Lotta Comunista à partir de 1989 ; son dernier legs théorique, interrompu en 1995 par sa disparition.

Méthode et parti-science

Cuando hace 150 años, en marzo de 1871, el joven proletariado parisino intentó «el asalto al cielo», ferozmente reprimido por la sanguinaria reacción de la burguesía francesa -de acuerdo, en esa ocasión, con el invasor prusiano en aplastar a su enemigo mortal común- quedó muy claro, una vez más, tal y como está escrito en el Manifiesto, que la historia de cualquier sociedad es una « historia de luchas de clases ».
El movimiento obrero, que había empezado a dar sus primeros pasos hacía tan sólo unas décadas, ya había tenido que pagar trágicamente la ilusión en 1848 de que su batalla política podía librarse de acuerdo con la burguesía, aunque fuese con sus corrientes más liberales y progresistas. Con la Comuna, lo que quedaba de esa ingenua esperanza fue barrido por los disparos de los cañones, mientras que estaba claro, sin embargo, que « ¡ proletarios de todos los países, uníos ! » no era un llamamiento simple al sentimiento de solidaridad, sino una síntesis científica fundamental, un requisito vital para la estrategia revolucionaria.
Duró solo dos meses. Sin embargo, en el breve lapso de esa ardiente temporada, se concentró en el corazón de París un patrimonio de experiencias irremplazable. Lo que resolvió definitivamente, a la luz de los hechos, una serie de cuestiones teóricas fundamentales del socialismo. Fue el primer intento de construir un mundo nuevo. Una revolución, según afirma Marx en el primer borrador del texto, « no contra esta o aquella otra forma de poder del Estado, legitimista, constitucional, republicano o imperialista », sino contra el propio Estado. Contra este « aborto sobrenatural de la sociedad », instrumento de « guerra del capital contra el trabajo », por la « reanudación por parte del pueblo para el pueblo de su vida social ».

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